
La semana pasada, la agencia federal de inmigración y aduanas (ICE) arrestó a casi 3,000 indocumentados con antecedentes penales y sujetos a deportación.
La redada, que tomó lugar en los 50 estados del país, y pescó la mayor cantidad de individuos en una sola batida en la historia de la nación, viene luego de que el Gobierno del Presidente Obama prometiera que enfocarían la mayor cantidad de esfuerzos y recursos en capturar y deportar a la población criminal dentro de la comunidad inmigrante.
Es importante entender que el decir que un inmigrante tiene antecedentes penales, no es sinónimo con decir que esa persona es un criminal violento; y que, a pesar de que la agencia ICE lo ha negado, activistas y otros grupos han resaltado que se realizan detenciones por faltas consideradas leves, como intoxicarse en público o conducir un vehículo sin licencia.
En rueda de prensa al final de la jornada, John Morton, el director de ICE, informó que su agencia estima que cerca de un millón de inmigrantes indocumentados tienen antecedentes penales en los Estados Unidos y son el objetivo prioritario de deportación para el Gobierno.
La aparente noticia negativa es en realidad una excelente noticia.
Si de un estimado once millones de indocumentados en el país, solamente un millón está catalogado como “criminal”, entonces más del noventa por ciento de la comunidad de inmigrantes indocumentados no deberían encontrarse en la mirilla de esta cacería y, lo que es mejor, podrían calificar para ser legalizados de acuerdo a las listas de pre-calificaciones exigidas por la mayoría de proyectos de ley para reformas migratorias presentados en el pasado.
Es más, el Gobierno se beneficiaría inmediatamente del cobro de multas y costos de tramitaciones –digamos que cada individuo tenga que pagar unos $5,000 entre varias cosas… eso me da un 5 con 10 ceros atrás… Es buen negocio para un Gobierno que necesita el dinero. Ahora, ¿se imaginan si esos inmigrantes empiezan a pagar costos de universidades, compran casas, ponen negocios, se afincan en el país y gastan porque saben que se pueden quedar? Sería una bonanza económica.
Douglas Rivlin, secretario de prensa del congresista Luis Gutierrez (D-Illinois) explica que el diputado ha estado presionando al presidente Obama para que la realidad de las políticas de aplicación de las leyes de inmigración refleje las palabras que el presidente ofrece constantemente en sus discursos.
“Nadie está más interesado en deshacerse de los criminales violentos que la misma comunidad inmigrante, la cual es víctima de esos crímenes con frecuencia”, dijo Rivlin.
Asimismo, Rivlin indicó que el director de ICE ha sido una de los más apoyadores por parte del Gobierno del Presidente Obama hacia la idea de utilizar los recursos disponibles con mucho juicio y enfocando los esfuerzos en atrapar y deportar criminales.
La comunidad responde
El director de DREAM Act March dice que el anuncio de ICE no le sorprende, pues como indocumentado él sabe que la gran mayoría de personas en la comunidad inmigrante indocumentada es buena y nunca ha tenido ningún tipo de actividad criminal o problemas con la ley.
“Para tomarme como ejemplo: yo nunca he sido arrestado, nunca he fumado, a mis 22 años no he probado siquiera una gota de alcohol, soy una persona educada y trato de ayudar siempre que puedo (mi primer cheque de trabajo lo done a una caridad). Nosotros queremos muchísimo a este país y estamos listos para empezar a producir y ayudar a otros”, dice el pakistaní que adquiriría estatus migratorio legal de aprobarse el DREAM Act.
Este joven opina que una reforma migratoria integral beneficiaria a los Estados Unidos de tres maneras:
La primera, la económica. “Tienes a millones de personas que son pagadas ‘por debajo de la mesa’… ellos no quieren documentar impuestos por temor a ser deportados. Si estas personas fueran legalizadas, el país se beneficiaría de los miles de millones en impuestos adicionales.
“Segundo, la reducción en crimen y el aumento en individuos que buscarían educarse en universidades… lo cual llevaría a trabajos mejor pagados.
“Tercero, la reforma nos ayudaría a que el país se vuelva más unido. Tendrías a más personas trabajando por el bien común; y ese bien común es el éxito compartido. Este éxito llevaría a que los Estados Unidos sea un país innovador y económicamente estable. Un país que se convierte en un modelo para otros.
“Por otro lado, mientras se mantenga el statu quo, lo que veremos es un efecto opuesto a los beneficios enumerados; y al contrario, veremos la desestabilización de la economía de Estados Unidos, el aumento de la delincuencia, la disminución de la educación, el aumento de la pobreza… y Estados Unidos será más dividida y menos unida.”
Rivlin añade que es debido a esfuerzos como los del congresista Gutierrez y muchos otros, que se puede ver progreso hacia el objetivo propuesto hace unos meses de enfocar las deportaciones hacia los verdaderos criminales.
“Todavía se tienen que hacer muchos ajustes a las leyes actuales para asegurarnos de que los recursos y energías no estén enfocados en aquellas personas que no son una amenaza a la seguridad pública. Pero, a final de cuentas, sólo se puede lograr avanzar un poco con las leyes actuales. Necesitamos que el Congreso reforme las leyes. Esa es la única manera en que realmente lograremos ayudar a los millones de inmigrantes que contribuyen al país”.
Hablemos de números
En un informe de diciembre 2010, la Oficina de Presupuesto del Congreso y el Comité Conjunto sobre Impuestos estimó que el DREAM Act podría “reducir el déficit por cerca de $1.4 mil millones durante el período 2011-2020 y aumentar los ingresos del gobierno por $2,3 mil millones en los próximos 10 años.
Un reciente estudio de la UCLA estima que, en base a las evaluaciones que oscilan entre 825.000 y 2,1 millones de beneficiarios potenciales del DREAM Act, la legalización de estos jóvenes generaría entre US $1,4 billones y $3,6 billones de la base imponible para la economía en un período de 40 años.
Estudios recientes del Instituto Cato, de la Universidad del Sur de California, y la industria lechera nacional también informaron que una reforma migratoria integral tendría un impacto significativo en la economía. En esencia, se sumaría $1,5 billones a la producción económica del país en los 10 años siguientes a la reforma. La reforma también podría aumentar los salarios no sólo para los trabajadores recién legalizados, sino también para los empleados nativos. Estos altos salarios generarían cerca de $5 mil millones en ingresos fiscales adicionales, por encima y más allá del costo de la aplicación de las nuevas políticas.
Son muchos los que en la actualidad se benefician de mantener las leyes de inmigración en veremos, pero es el país el que se beneficiaría de una reforma migratoria integral. Diez millones de personas están contando con que el presidente y el Congreso hagan lo que deben hacer. ¿Pero… lo harán?